Estalla la tensión en Corea del Sur tras la declaración de ley marcial por el presidente Yoon Suk-yeol
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha sorprendido a la nación al declarar la ley marcial en un discurso nocturno no anunciado. Afirmó que esta medida es necesaria para proteger al país de lo que califica como 'fuerzas pronorcoreanas' que amenazan la seguridad y estabilidad del estado democrático. Esta es la primera vez en más de cuatro décadas que se establece una medida de este tipo en el país, lo que ha provocado una rápida movilización de la oposición y la sociedad civil.
Protestas en el corazón de Seúl
Desde la declaración de ley marcial, miles de ciudadanos han salido a las calles en Seúl para manifestar su rechazo a la decisión del presidente. Las concentraciones han sido reprimidas por un fuerte despliegue policial y militar alrededor del Parlamento, donde los legisladores de la oposición han intentado sin éxito revertir la medida. Las imágenes de choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad han captado la atención tanto nacional como internacional.
Reacciones políticas y económicas a la ley marcial
La oposición, liderada por el Partido Democrático, ha denunciado la declaración de ley marcial como un intento de golpe de estado disfrazado. Además, han convocado a una reunión de emergencia en el Parlamento, que logró votar en contra de la medida, aunque el gobierno militar ha declarado que la ley continuará en vigor hasta que el presidente decida lo contrario. La situación ha tenido un impacto inmediato en la economía del país, con el won surcoreano cayendo significativamente frente al dólar estadounidense, y las acciones de empresas como Samsung sufriendo pérdidas.
Un contexto histórico de tensión política
Corea del Sur tiene una historia marcada por la represión bajo regímenes militaristas durante las décadas de 1970 y 1980. La declaración de ley marcial recuerda un pasado que muchos preferirían olvidar. Tanto la comunidad internacional como la ONU están observando de cerca la situación, y se han manifestado preocupados por las implicaciones para la democracia en el país.