La controversia de China y su legado revolucionario: ¿Una disculpa pendiente?
China se halla en el centro de una intensa controversia debido a su legado maoísta, específicamente su influencia en la violencia que se ha desatado en varios continentes, incluyendo América Latina. Esta problemática se intensificó tras la reciente donación de un millar de libros por parte del gobierno chino a Perú, que reaviva recordatorios de su conexión con el terrorismo de Sendero Luminoso, liderado por Abimael Guzmán.
Impacto del maoísmo en América Latina
La guerrilla maoísta bajo Guzmán, que buscó transformar Perú a través de la violencia, dejó más de 70,000 muertes y un doloroso legado en la memoria colectiva peruana. Su ideología, alimentada por la revolución china, plantea preguntas sobre la responsabilidad y la memoria histórica del estado chino actual. ¿Debería China hacer una autocrítica sobre su pasado revolucionario y su rol en la incitación a la violencia?
La narrativa actual de China
A medida que China se presenta como un actor global pacífico, el recuerdo de su historia revolucionaria se convierte en un tema tabú. La energía concentrada en la retórica de no intervención contrasta con los testimonios del pasado que documentan su apoyo a movimientos insurgentes en el extranjero, creando un dilema en su política exterior contemporánea. En la actual cumbre China-África, Xi Jinping intentó actualizar su argumento de sufrir por colonialismos, una postura cuestionada por muchos expertos que señalan sus intervenciones pasadas.
En conclusión, la historia del maoísmo y su propagación violenta requiere de una evaluación crítica y honesta por parte de China. La construcción de una narrativa en el Sur Global que ignore estos capítulos oscuros no solo resulta ingenua, sino que es un asunto que necesita ser abordado para evitar los errores del pasado.